domingo, 26 de abril de 2020

MADRID CIUDAD VACIA 4




A los 40 días de confinamiento me subo por las paredes, por las calles se ve un poco más gente aunque, eso sí, ni a un solo chino. Es como si la tierra se los hubiera tragado.
El otro día, entrar en el Centro de Salud para una nimiedad, fue una experiencia rarísima. Te pones en cola en el pasillo de entrada y te preguntan a qué vas y no te dejan subir hasta que no chequean con la persona correspondiente, bien armado de mascarilla. Cuando un señor que llevaba material quiso entrar nos mandaron ponernos a todos de cara a la pared, y no tocar nada, ni allí ni durante la visita.
No me quiero ni ver la raya del pelo, por eso comprendo que los estantes que se vacían son los de los tintes, pero yo no me atrevo, prefiero esperarme, y los de guantes de fregar.
La cola de la frutería donde voy es desesperante, porque es pequeña, entramos de 3 en 3 y a la hora de pagar tardas un montón porque la chica está a los pedidos, o sea que te molestas en bajar y hacer cola para que atiendan a quien esta cómodamente en su casa llamando por teléfono.
También estoy harta de comprar por aquí más caro y peor que lo que compro habitualmente. Lo de los precios cada día han subido un poco más, solo los bajan cuando ven que va a caducar y se les va a quedar allí. Tampoco me va lo de hacer compra a salto de mata, quería calabacín, pero hay puerros, pues ala, a cambiar de idea. El pan prefiero el de allí, pero tengo que comprar el de aquí. Joé.
Hoy, día del libro me habría dado un garbeillo por las librerias mirando y tocando libros, a ver que me apetece comprar con descuento y sin embargo, aquí estoy leyendo cosas que tenía arrumbadas en casa, lo cual no es que esté mal... es que no era mi plan.


Hoy día 26 han dejado salir a los niños y sí, se han visto muchos por las calls de mi barrio, pero en contra, también se ha visto mucha más policía que estos días atrás parecía habe desaparecido, pues no. Hoy han salido todos a mogollón a vigilarnos, supongo que a los que sacan niños. En 20 minutos me he cruzado con 3 por un lado y tres seguidos en caravana por otra calle.
Como no tengo nada que hacer le doy vueltas al coco y ya me estoy empezando a preocupar de que va aser con tanta mascarilla y guantes de un solo uso a la hora de reciclar.  Parece que se nos ha olvidado.
  A pesar de lo que dije mas arriba, me vi tal raya dos días después que salí corriendo a Mercadona a comprarme un tinte dispuesta a pasar por los incordios que fueran sin la seguridad de que fuera a salirme bien. la verdad e que peor no está.
Quiero volver a mi vida normal YA.

martes, 7 de abril de 2020

MADRID CIUDAD VACIA 3


A día 24 del confinamiento

Esto no es una guerra (y menos mal) solo una pandemia, pero así como hay hay gente que da lo mejor de sí, también saca lo peor, ángeles y demonios,  y, menos mal que solo es una pandemia que, esperemos pronto pasará con un poco de paciencia.
Sin embargo hay algunos que se erigen en defensores de quien sea, aunque nadie se lo haya pedido y atacan a quien les parece que no debería estar haciendo lo que hace.
Los niños en la calle están permitidos. No hay muchos, prácticamente ninguno, pero es ver uno y protestan los que dicen que no deberían estar en la calle. Pue a lo mejor no, pero que sabes tú de las circunstancias de cada uno. Ocúpate de ti y deja tranquilos a los demás sin juzgarlos, que, sus razones tendrán. Por lo pronto no están haciendo nada ilegal.
Me han contado que hay vecinos en algunas casas que se dedican a espiar a los demás y llaman a la policía si les parece que salen demasiado a la calle, o que pasean al perro más veces de las necesarias.  Esto no es el III Reich y nadie  va a ser deportado a Auschwitz, cuando, seguro que tiene cosas más importantes que hacer. El que lo hace ahora, seguro que lo haría en circunstancias mas graves.,
Para otros cualquier ocasión para timar y aprovecharse de los demás es buena, y van por las casas , generalmente de personas mayores que son más compasivas, contando un cuento chino, haciéndose pasar por médicos te piden ir al baño y te roban lo que pillan.
Otros son tan solo desconsiderados cuando hay una cola y tardan años en comprar, como si no se decidieran, o después de pagar se detienen un rato en colocar las cosas dentro del carrito, sin importarles nada que la gente espera y, si tú no te vas, la cajera no atiende al siguiente.
Los cajeros de algunos bancos no admiten ingresos, y ayer buscando uno que sí lo hiciera me obligo a llegar hasta Conde de Peñalver, teniendo dos oficinas más cercanas.
De día en día, (o de DIA en DIA) el precio sube, el fresón que compraba a 1,09, ya está a 1,19, las naranjas de dos kilos 1,20, ahora cuestan 1,50 y las patas fritas, de 1,29, a 1,50, por nombrar algunos, y eso es sitios baratos.
En algunos sitios hay mucha cola, en otros ninguna, las calles, salvo excepciones están más limpias que nunca, además de vacías, lo que me causa cierto yuyu. Ahora es la lejía la que desaparece de los estantes.
Echo de menos poder ir a mi antojo sin que me lo impidan, y a veces me acuerdo de la película “Los 10 mandamientos”  la escena en la que para que no entre el ángel exterminador, los judíos pintaban la puerta de su casa con la sangre del cordero pascual. Ojalá esa fuera una solución.

viernes, 3 de abril de 2020

LA REINA DEL MERCADILLO

LA REINA DEL MERCADILLO

Puede sonar presuntuoso, pero me tengo por tal. Me encantan.
Mi favorito es el londinende  de Notting Hill, al menos lo era, porque como todo ahora estara a reventar de gente. En mis tiempos era otra cosa.
El caso es que disfruto rebuscando en los puestos y en los montones en busca de gangas.
Por supuesto, en Madrid tenemos El Rastro, que es el Rey de los mercadillos, por lo grande y por la variedad de cosas que puesdes encontrar, y se despliega los domingos en el centro de Madrid, en una zona muy popular como es la Latina y alrededores, aunque se extiende a lo largo y ancho desde plaza de Cascorro, hasta abajo, y llega casi a la Puerta de Toledo, ocupando calles y plazas aledañas. Hay de todo, desde antiguedades caras (en tiendas y galerias) hasta porquerias y antiguallas, libros, ropa y zapatos, nuevo y de segunda mano (o de cuarta), bolsos, bisuteria, juguetes de madera y cosas mas "moderniquis". Pide y lo encontraras.
Suele estar a reventar, pero es que, además, todo es zona de tapeo mañanero con bastante buenos precios, frecuentado por turistas y "juventud" que dice la gente mayor.
Metros Latina, Puerta Toledo, o Tirso de Molina.

Otro de buen tamaño, aunque sin comparación es es que montan los domingos junto a la Plaza de Castilla (principio)  y sube Avenida de Asturias arriba.  No tiene antiguedades, pero sí frutas y verduras, al final, lo frecuentan vecinos del barrio y mucho inmigrante (sudamericanos, marroquies, rumanos, etc), raramente turistas, al menos yo no los he visto.
Se pueden encontrar montones de restos de marca, por lo que hay que tener bastante paciencia, pero tambien cosmética,  bisuteria (imitaciones de Bulgary y Cartier) bolsos, calzado y ropa tipo "los chinos" nueva, cosas de cocina, y segun la temporada bañadores, chandales, o gorros y bufandas. Hay un par de puestos con mas pretensión, uno de ellos es el que yo llamo de "las modernas" que son varias hermanas, que tienen a la última fulares y bolsos imitacón de grandes marcas y mucho estilo para combinarlos. La ultima vez que fui este puesto estaba un poco de capa caida, y otro con chalecos guatedos y ropa mas imitacion "Tommy Hilfiguer" donde he visto comprar a pijas que parece que llevan tal pero llevan cual.
 Este hay veces que también está los dias festivos, aunque no con tanto puesto. 
Metro Plaa de Castilla, salida Avda de Asturias.

Mercadillo Nave de Motores, en el Museo del Ferrocarril, no tiene nada que ver con los anterios. Lo montan el segundo fin de semana del mes y tiene puestos de artesanos con mucho gusto, (joyas antiguas, ropa vintage..) y vituallas buenas, embutidos, pan y dulcerio vario, como cupcakes, "manolitos" o la señora argentina de los botecitos de dulce de leche casero. Es mas caro, por supuesto.
Al final hay una zona de "food trucks" y mesitas que está siempre petada, y a la derecha, según se sale una zona mas cutrilla, tipo Rastro. 
Metro Delicias

Marcado de Productores, el último fin de semana del mes en la plaza del Matadero, aquí  te lo comes todo o te lo llevas a casa. Hay de todo, fruta y verdura ecológica (grandes colas), embutidos, carnes de la sierra, panes y bollos, croquetas,  vermut y vinos, patatas fritas, aceitunas... hasta un puesto de café.
Suele estar bastante a reventar, por gente con carrito de la compra, familias con niños hasta en cochecito y gente con perros Nunca he entendido esa manía de llevar perros a las aglomeraciones, no los ves, porque estas mirando otras cosas, pero allá ellos. 
Metro Legazpi

 Los cuatro son accesibles con transporte público y tienen una estación de metro que te deja al lado.
Otros dos mas cutrillos que conozco es el de Las Rosas, frente al centro comercial los martes y el de La Elipa, pero no son cosa del otro mundo.
El que siempre me recomendaron fue el de Majadahonda, pero nunca he ido porque me pilla lejos y no tengo coche. Para eso tengo los cuatro de arriba, pero según me decían ese si que estaba lleno de señoras pijas en busca de gangas. Ahora no tengo ni idea de como estará.
Las tiendas "Humana" de ropa donada quizás pueden considerarse mercadillo. Accesibles son porque suele haber en cada barrio y si rebuscas hay cosas interesantes, el problema es que yo he decidido comprar poco o nada de ropa y deshacerme de lo que no uso porque no quiero acumular.